‘‘ Sonaron los Cañonazos’’

VOZ 1: Oye,
de que suenan, suenan,
de que suenan, suenan.

DÚO: Hay una jovencita que
es la atracción popular
en La Habana.

DÚO: Por dondequiera que pasa,
por dondequiera que va
no se oye más que decir.

DÚO: Sonaron los cañonazos,
sonaron los cañonazos,
sonaron los cañonazos.

VOZ 1: Changó, la rumba buena,
la rumba del cañonazo.

CORO: Cañonazos, sonaron los cañonazos.
VOZ 1: A las nueve de la noche
en La Habana se escucha un ruidazo.
CORO: Cañonazos, sonaron los cañonazos.
VOZ 1: Me dicen que sonó,
sonó en Cuba entera
y en Santiago
cayó un pedazo.
CORO: Cañonazos, sonaron los cañonazos.
VOZ 1: El Muso con su sonora llegó,
vamos a bailar, Ortega, hasta un rato.
CORO: Cañonazos, sonaron los cañonazos.
VOZ 1: Barroso,
sacude teclas.

CORO: Cañonazos, sonaron los cañonazos.
VOZ 1: Desde el tiempo de la colonia,
tiempo del SENSERIBÓ.
CORO: Cañonazos, sonaron los cañonazos.
VOZ 1: Mira que viene sonando rico
cuando los negros congos
tocaban su tambor.
CORO: Cañonazos, sonaron los cañonazos.
VOZ 1: Es un ritmo de antaño que desde niño
yo lo vengo bailando.
CORO: Cañonazos, sonaron los cañonazos.
VOZ 1: Arrímate, tú, si es que quieres bailar ahora,
ya que el mambo viene sonando