‘‘ Oye ya’’

VOZ 1: Llegó el son de Cuba.
Guajiro, monte adentro.
¿Cómo?
CORO: Oye ya,
VOZ 1: La Finita, guajiro
CORO: oye ya,
oye ya a mi bongó resonar.
Oye ya,
oye ya,
oye ya a mi bongó resonar.
VOZ 1: A mí me llaman la negra porque sueno mi bongó
hay muchas que no son negras que lo suenan como yo,
a mí me llaman la negra porque sueno mi bongó
hay muchas que no son negras que lo suenan como yo.
CORO: Oye ya,
oye ya,
oye ya a mi bongó resonar
VOZ 1: Oye ya
CORO: Oye ya,
oye ya,
oye ya a mi bongó resonar
VOZ 1: Me gusta bailar la rumba porque es un baile moral
depende del movimiento que se le ponga al bailar,
pero me gusta bailar la rumba porque es un baile moral
depende del movimiento que se le ponga al bailar.
CORO: Oye ya,
oye ya,
oye ya a mi bongó resonar.
Oye ya,
oye ya,
oye ya a mi bongó resonar.
VOZ 1: Me gusta cantar guaracha, también canto guaguancó,
pero si canto una rumba no hay quien canto como yo,
pero me gusta cantar guaracha, también canto guaguancó,
pero si canto una rumba no hay quien canto como yo.
A ver, muchacho, suena tu bongó.
Suena los cueros.
CORO: Que suene mi bongó,
que suene mi bongó.
Que suene mi bongó,
que suene mi bongó.
Que suene mi bongó,
que suene mi bongó.
Que suene mi bongó,
que suene mi bongó.
Que suene mi bongó,
que suene mi bongó.
VOZ 1: Que suene rico
CORO: Que suene mi bongó
VOZ 1: Para improvisar
CORO: Que suene mi bongó
VOZ 1: Si no suena sabroso
CORO: Que suene mi bongó
VOZ 1: No puedo cantar
CORO: Que suene mi bongó
VOZ 1: Al compás del bongó
CORO: Que suene mi bongó
VOZ 1: Yo quiero cantar
CORO: Que suene mi bongó
VOZ 1: Que suene sabroso
CORO: Que suene mi bongó
VOZ 1: Ay, como suena
CORO: Que suene mi bongó
VOZ 1: Ay, como suena