Distancia by David Alvarez
The cool piano of Distancia (Distance), with its flashes of trumpet serenades the "woman of honey" separated by emotional and physical distance.
Hoy me tatuó el invierno la distancia
La tristura en mi voz, lágrimas ralas
El destierro en tu piel quemó mis alas
Se me escapó la voz, la luz y el ansia.
Si tú supieras tanto sentimiento
Tanto no sé, que me acongoja el alma
Por detener tus ojos me desarma
Todo el dolor perdido en el intento.
Mujer de miel que a rizos me condena
Y a vivir cual reflejo en tu mirada
Tu amparo, resplandor, filo y espada
Me hiere el corazón como la pena.
Puede que mi alma de existir se abstenga
Desandando la nada en que me hundo
Para posarme solo en este mundo
En el instante justo en que te tenga.
Hoy quisiera escribir mi mejor verso
Vestirme Onelio o Martí desnudo
Más solo soy la sombra o el escudo
Donde escondo mi inmenso hombre pequeño.
Hoy se llenó de dicha el alma mía
La metáfora huyó sola y discreta
Y el gastado te amo se me trepa
Al corazón como fina poesía.
Mujer de miel que a rizos me condena
Y a vivir cual reflejo en tu mirada
Tu amparo, resplandor, filo y espada
Me hiere el corazón como la pena.
Puede que mi alma de existir se abstenga
Desandando la nada en que me hundo
Para posarme solo en este mundo
En el instante justo en que te tenga.
Hoy me trajo el invierno
la distancia, la tristura en mi voz,
lágrimas raras,
el destierro en tu piel quemó mis alas.
Se me escapó la voz,
La luz y el ansia.
SI tú supieras tantos sentimientos,
tantos no sé,
que me acongoja el alma,
por retener tus ojos me desarma
todo el dolor perdido
en el intento.
Mujer de miel,
que a risas me condenas
y a vivir cual reflejo en tu mirada.
Tu amparo, resplandor, filo y espada
me hiere el corazón como la pena.
Puede que mi alma de existir se abstenga
desandado por la nada en que me hundo
para posarme solo
en este mundo
y en el instante justo
en que te tenga,
en el instante justo
en que te tenga.
Hoy quisiera escribir mi mejor verso
Vestirme Onelio,
o Martí desnudo,
mas solo soy la sombra o el escudo,
donde escondo un inmenso hombre pequeño.
Hoy se llenó de dicha el alma mía
la metáfora huyó sola y discreta
y el gastado te amo se me trepa
al corazón como fina poesía.
Mujer de miel, que a risas me condenas
y a vivir cual reflejo en tu mirada,
tu amparo, resplandor, filo y espada
me hiere el corazón como la pena.
Puede que mi alma de existir se abstenga
desandando las nadas en que me hundo
para posarme solo en ese mundo,
o en el instante justo en que te tenga,
en el instante justo en que te tenga.