‘‘ La Fiesta es en la Casa de Juan’’

DUO: We went to Juan's house to a party of soneros and soneros from all over the world gathered there. When the leathers sounded, people started dancing and everyone said this is never going to end. There was a delicious smell, because they were cooking a pig on a spike, it was falling apart. What a party, gentlemen, there at Juan's house! VOICE 1: And the cyclone from Santiago de Cuba arrived, Pancho. Go! May Chapotín in heaven hear you nicely. Give it all the flavor for Pepito. For being a Cuban sonero I congratulate you. And the magician of the piano arrived, like a good Cuban. Play, play, Yosvani! I went to Juancito's house, it was not a party thing. I went to Juancito's party, it was not a party thing. The party started in the afternoon and ended in the morning. With feeling and heart. He plays the trumpet deliciously and his chin does not swell. Play the trumpet, Juancito, with all your heart. Play the trumpet loudly and also quietly. Juancito, Juancito, Juancito. Oh! If he goes for the liquor cabinet, he won't even take a sip. The sound of the mountain goes away, how beautiful! It's gone!

DÚO: Fuimos a casa de Juan a una fiesta de soneros
y se reunieron allí soneros del mundo entero.
Cuando sonaron los cueros la gente empezó a bailar
y todo el mundo decía esto no se va acabar.
Se sentía un olor sabroso, porque estaban cocinando
un puerquito en una púa, se estaba desbaratando.
¡Pero qué fiesta, señores, allá en la casa de Juan!
VOZ 1: Y llegó el ciclón de Santiago de Cuba, Pancho.
¡Lleva!
Que Chapotín en el cielo te escuche bonito.
Ponle todo el sabor para Pepito.
Por ser sonero cubano yo te felicito.
Y llegó el mago del piano, como buen cubano.
¡Juega, juega, Yosvani!
Fui a la casa de Juancito,
no era cosa de jarana.
Yo fui a la fiesta de Juancito,
no era cosa de jarana.
La fiesta empezó por la tarde
y terminó por la mañana.
Con sentimiento y corazón.
Toca la trompeta sabrosa y no se le hincha el mentón.
Toca la trompeta, Juancito, de corazón.
Toca fuerte la trompeta y también despacito.
Juancito, Juancito, Juancito.
¡Ay! si va por la licorera no se toma ni un traguito.
Se va el son de monte adentro, ¡qué bonito!
¡Se fue!