"El Potpurri" is a song dedicated to children, the hope of tomorrow.
Esta canción la dedico a los niños del mundo, que son la esperanza.
Me puse a recordar
aquellos muñequitos que cuando era muchachito
tanto a mí me hacían llorar,
entonces pregunté
¿en el ICRT?
y me dijeron que los rollos se habían echado a perder.
qué lástima pensé,
que estuvieran en desuso,
ahora cómo extrañaré
a los muñequitos rusos.
Pobre zapatero como tiene que pinchar
porque los zapatos del tienda se despegan por problemas subjetivos, y objetivos que conspiran y transpiran, extraplanes que nos tiran con las normas del plan semestral.
Pobre zapatero como tiene que pinchar.
Pobre zapaterito, se va a suicidar
Había una cocinera que salía por la tv,
¿Por dónde andará
que ya no se le ve?
y es que mi mamá
quiere que dé
su última receta del pudín
de Cerelac.
Y yo,
yo le puse vinagrito,
le puse su aceitico
y cuando cogí el puré
me dijeron
cuidadito
que esa lata
es la del mes,
ay, ay, ay, y me asusté.
Ahora viene una historia rusa, todas las historias rusas que yo me conozco comienzan así:
¡Hurra!
Mi novia Karniuska ayer se me perdió, eh
cuando fui a buscarla desapareció,
Oh, Karniuska,
oh, Karniuska,
¿por qué te fuiste
de forma tan brusca?
Oh, Karniuska,
oh, Karniuska,
ya nadie te encuentra
por más que se te busca.
¡Hurra!
La última vez que vieron a Karniuska
iba por el parque en brazos de Pollosky,
Oh, Pollosky,
oh, Karniuska
¿por qué se fueron
de forma tan brusca?
Oh, Pollosky,
oh, Karniuska,
tengo el presentimiento que no los veré más nunca.
Si tú quieres probar
un preparado especial
tómate un helado tropical,
y si lo compras
apúrate, mi hermano,
que en un minuto
se te esfuma entre las manos.
Y no vale la pena
después de tanta cola
perder la media bola que te dan.
Si tú quieres probar
un preparado especial
tómate un helado tropical
Ay, ay, ay,
tómate un helado tropical,
un helado.
Yo conozco una guagüita que resulta singular
por donde mismo te montas, tú te tienes que bajar
y si pones mala cara
ya cansado de esperar
porque pasa y no te para
tú le tienes que gritar.
Oye.
Rutero, pare,
pare, rutero,
si se bajan cuatro,
suben tres, caballeros.
Rutero, pare,
pare, rutero.
y así gritaba una viejita
allá en el paradero.
Rutero, pare,
pare, rutero,
sí se me va esa guagüita, coño,
cojo al chofer por el cuello,
rutero, pare,
pare, rutero.
Y estaba la pobre abuelita, parada en la parada, y valga la redundancia, porque todos los ruteros habían pasado, se habían llevado a todo el mundo de dos en dos, de tres en tres, llegó una guagua que no era rutero, vine yo como el salvador de aquella pobre anciana y dulcemente al oído le dije a la viejecita: abuelucha, abuelucha,
Deme la mano y montaremos
en esta guagua por detrás
porque si no nos quedaremos
para esperar,
y como usted está ahora viejuca,
diez horas más.