"La Metamorfosis" is a song to Havana, about how the city has changed rapidly.
In each corner of any street there are people thinking how to start their private business to earn a few pennies..
En estas crónicas que yo estoy haciendo, no puede faltar una canción que yo le dediqué a la ciudad de La Habana, mi ciudad, a la cual muchos poetas y cantores, le han dedicado sus poesías. Yo me encolé, me adherí, me sumé a estos poetas y cantores y le dediqué esta canción titulada La Metamorfosis de mi ciudad.
Como ha cambiado mi ciudad
de la noche a la mañana
en cualquier calle de La Habana
ya tú puedes
observar,
en los portales y ventanas,
en las aceras y rincones
gente buscando condiciones
para su negocio particular,
para su negocio particular.
Cuadra por cuadra, barrio por barrio,
la competencia vas a encontrar,
por una parte los merenderos
y por la otra la paladar,
por una parte los merenderos
y por la otra, ¿qué cosa?
la paladar.
Bueno y después de la nueva división administrativa de mi ciudad, esta ha quedado conformada de la siguiente manera.
Escuchen
En cada cuadra un merendero,
en cada barrio una paladar,
si te consigues el dinero
seguro podrás comprar, ah.
El que no pueda comprar
porque el dinero,
no tiene,
ese tendrá que esperar
a lo mejor para el año que viene.
En cada cuadra un merendero,
en cada barrio una paladar,
si te consigues el dinero
seguro podrás comprar.
Señores, el cubano, ah, o no llega, o se pasa. Escuchen bien
Ahora Cuquito se he vuelto loco
y se la pasa copia, que copia
haciendo informes pues dice ser
un Policía por cuenta propia
En cada cuadra un merendero,
en cada barrio una paladar,
si te consigues el dinero
seguro podrás comprar.
Y así dice mi son
que tú podrás comprar
en el merendero,
podrás comprar,
en la paladar,
podrás comprar
compota con pan,
podrás comprar,
hasta Bistec de tiburón
podrás comprar.
Bueno, bueno, ahora voy a hacer como mi amigo el Guayabero y voy a cantar esto que dice así:
Me fui para una paladar,
ay Dios,
Me fui para una paladar,
ay Dios,
y el dueño estaba molesto,
ay Dios,
porque en la puerta parado,
ay, Dios,
estaba el tipo de los impuestos,
ay Dios,
Que tú podrás comprar
en el merendero,
podrás comprar.
En cada cuadra un merendero,
en cada barrio una paladar,
si te consigues el dinero
seguro
que tú podrás comprar.
Abuelita, no se acueste usted a dormir,
sin comerse un bistecito por ahí.