‘‘ Esas no son’’

VOZ 1: Llegué a la parada de un guagua, una guagua, y me encuentro a un anciano con una guitarra bajo el brazo y le pregunto, venga acá, abuelo, a usted le gusta la canción, le gusta la trova, ¿usted canta? Y aquel anciano me dijo: Mire, mi sobrino, yo lo que llevo ya cuatro horas esperando la guagua y como no vienen, óyeme, saqué hasta una canción. Y dígole, ¿qué usted sacó, abuelo? Y aquel anciano desenfundó su guitarra y me cantó esto que dice asÍ:

Como latas ruidosas
de la civilización,
las guaguas en La Habana, sí señor,
hacen su aparición.
Algunas son muy bellas
y otras son del montón,
pero cuando tú las veas,
oye, sacarás la conclusión.

Mira mi sobrino, las guaguas son así. Escucha bien, mira.

Las que tengan cristales oscuros,
aire acondicionado y música mortal
esas no son urbanas,
y las que tengan la gente apretada,
por fuera colgada y no quieran parar,
esas sí son urbanas.

Y las que tengan las ruedas bien gordas
con muchos colores y un buen locutor,
esas no son urbanas.
Y las que tengan pasillos estrechos,
la gente en el techo y con mucho calor,
esas sí son urbanas.

Fíjate que mira que:

Las urbanas te tiran para el contén,
Ay, que te tiran, que te tiran, qué bien, qué bien.

Las urbanas te tiran para el contén,
y si llueve se forma la regadera.

Las urbanas te tiran para el contén,
porque llueve más adentro que afuera.

Las urbanas te tiran para el contén, oye,
si en el fondo te queman con la chispa de tren.

Las urbanas te tiran para el contén.
Mira, yo hago una pregunta, en la parada, y la gente seguro me responde cuando yo le digo así mira.
¿Y para adónde es que te tiran?
para el contén.

Echa para allá tu paquete
para el contén.

Que no me toque tu machete
para el contén.

Ay, se me corre el colorete
para el contén.

Coñó me pisaron un juanete
para el contén.

Esto, aquí atrás, huele a retrete
para el contén.

Me embarraron de majarete,
para el contén.

Las urbanas te tiran para el contén.