VOZ 1: Levanto con furor mi mano fría,
mi puño de nudillos resentidos,
y sangre detenida en negro cuenco
con esta sola mano que siempre está llamándote en silencio
con esta mano sola podría hacerte polvo, desconfianza.
Levanto desde ahora mis escudos,
mis venas como ríos erizados,
no quiero entre los ojos una astilla,
ni un grano de dolor en el olvido.
Con esta mano fría que a veces se detiene en caricias,
con esta fría mano podría derrumbar una muralla,
con este puño duro que a veces languidece de ternura,
con este duro puño podría destrozar la media esfera.,
con estos dedos torpes de velas, y nudillos como espinas
con estos pobres dedos podría estrangularte suerte mía.